Descripción
Viñedo Propio: Situados en nuestra Finca Ygay, los viñedos de Ygay ocupan una superficie de 300 hectáreas circundantes a la bodega, en la Rioja Alta, con una diferencia de altitud desde los 320 metros a los 485 metros.
Variedades de Uva: 80% Tempranillo, 12% Graciano, 6% Mazuelo, 2% Garnacha.
Grado alcohólico: 14% Vol.
Vendimia Manual: Del 14 de septiembre al 16 de octubre de 2015.
Vinificación: Los racimos se despalillan y estrujan suavemente. Las variedades fermentan por separado en depósitos de acero inoxidable, con control de temperatura. El encubado tiene una duración de 8 días durante los cuales se realizan remontados y bazuqueos, para favorecer el contacto del mosto con los hollejos y provocar una lenta y natural extracción de aromas y polifenoles. Tras la fermentación las partes sólidas de la uva son prensadas en prensas verticales, mediante un proceso suave y lento que favorece la extracción del color y taninos maduros que residen en el hollejo.
Proceso de Crianza: Criado durante 18 meses en barricas de roble americano de 225 litros de capacidad.
Maridaje: Pargo al Horno con Hortalizas Grillé, Ácido de Vino Blanco, Manzana, Lima y Romero; La Trufa de Cameros con Setas y Berza al Aceite de Oliva Virgen Extra; Chuletas de Cordero de Leche con Suero de Queso, Espárrago y Cítrico de Vino Tinto; Cochinillo Confitado con su Piel Crujiente y Carne Jugosa, Manzana Caramelizada
Recomendación de consumo: Servir a una temperatura entre 15-16ºC. Se recomienda decantar para favorecer la aireación del vino y poder disfrutar al máximo de sus aromas.
NOTA DE CATA
Marqués de Murrieta es sobre todo un vino excelente, armonioso,con una nariz fragante y un paso por boca sedoso. Elaborado con las variedades: tempranillo, graciano, mazuelo y garnacha, es un ejemplo constante del vino que mejor define el estilo de la bodega: elegancia, equilibrio y regularidad. De color cereza brillante, en nariz ofrece aromas de fruta refinada que combinan a la perfección con las notas florales, balsámicas, especiadas y los toques de roble precisamente medidos por unas manos expertas. Su boca es jugosa y rica, con elegancia y levemente tostada. Sus taninos pasan desapercibidos gracias a su perfecta integración con su fruta y con una acidez muy agradable que le aporta recorrido.